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1 de Junio de 2024

Catherine Knight: la historia de la pornostar chilena que salió de Curicó y que hoy triunfa en Europa

Pasó de ser una tímida joven chilena con un futuro prometedor en la odontología y el modelaje, a convertirse en una estrella internacional del entretenimiento para adultos. Esta es la historia de Catherine, su transformación y éxito en la industria del porno. Desde su hogar en Budapest, cuenta que busca conquistar al público chileno y alcanzar el máximo reconocimiento mundial. “Se transformó en juego medio adictivo”, revela.

Por Rosario Mendia

En 2012 el plan de Catherine Knight era claro. Tenía 18 años y se había graduado del colegio Alianza Francesa de Curicó, formaba parte del portafolio de modelos Elite Chile y estaba matriculada en Odontología en la Universidad del Desarrollo. Su futuro parecía más o menos predecible: viviría en el sector oriente de Santiago, trabajaría en el área de la salud mientras modelaba y de vez en cuando visitaría a su familia en Curicó. En ese entonces, Catherine no tenía cómo imaginar que se transformaría en una pornostar internacional. 

Actualmente, Catherine Knight tiene 31 años y es una estrella internacional de la industria de entretenimiento para adultos. Aunque lleve menos de tres años de carrera, ya ha sido reconocida con premios en XBIZ Europe Awards, los más importantes de Europa, y nominaciones en AVN Awards, que serían como los Oscars del cine porno. Suma más de 200 mil seguidores en sus redes sociales (@xcatknightx) y seis millones de reproducciones en Porn Hub. Según medios internacionales, la chilena se está convirtiendo rápidamente en una de las pornostar más solicitadas. “En el fondo, siempre he tenido mucha energía sexual”, dice a The Clinic. 

Desde que entró a la industria de entretenimiento para adultos utiliza un seudónimo, como la mayoría de las estrellas porno. Lo hacen por seguridad, dice. Su nombre real no se revelará en este reportaje.

En Chile son las 13:30 y en Hungría las 18:30 cuando la modelo se conecta a la videollamada. Está sentada frente al computador con un polerón negro con capucha y sin maquillaje, en su casa en Budapest. Tiene los ojos verde claro, la tez lisa y blanca como de porcelana, y el pelo café oscuro. Sonríe y se expresa con confianza; no ha dejado de usar los modismos chilenos, aunque ahora mezcla los “cachai” con algunos conceptos muy bien pronunciados en inglés.  

Catherine nació en Chile, específicamente en un barrio acomodado de Curicó. Es la mayor de tres hermanos y de adolescente se recuerda como una joven tímida y con buenas notas. Paradójicamente, nunca miró porno. “Matea, ambiciosa y decidida”. Así se autodefine, lo que según ella misma explica, ha sido clave en su camino hacia el éxito tanto en los estudios, como el modelaje y por último en el contenido erótico.

Una de sus tantas portadas internacionales.

De Vogue a OnlyFans

En 2020, Catherine se dedicaba completamente al modelaje. Había dejado de estudiar Odontología y su familia la apoyaba en su nueva carrera. Tenía apariciones en revistas internacionales como Vogue, Cosmopolitan y Harper’s Bazaar, además de portadas nacionales como Paula y Caras. Incluso, había trabajado en Hong Kong, China, Corea del Sur y Singapur, pero la pandemia llegó a cambiarlo todo. 

En marzo de ese año comenzó la cuarentena por el Covid-19, se cancelaron las producciones de moda y durante meses Catherine estuvo encerrada y sin ingresos. No sabía qué hacer para ganar dinero. 

–Entonces, mi pareja me dijo: ‘¿Por qué no te creas una cuenta en Chaturbate?’, como chica webcam, lo encontré una muy buena idea. Hacer lucas desde mi casa solo por streaming me parecía bien –recuerda. 

Chaturbate es una plataforma en línea donde personas transmiten videos en vivo como modelos webcam, interactuando con su audiencia y recibiendo propinas de sus fans, principalmente a cambio de acciones sexuales. Fue en esta plataforma donde experimentó por primera vez el desnudarse frente a un público desconocido.

Catherine se define como poliamorosa y mantiene múltiples relaciones estables al mismo tiempo. En ese entonces, el novio con el que vivía le propuso que la primera vez transmitieran juntos. Ella apenas conocía la plataforma, él era usuario activo. Esa tarde se sentaron frente a la cámara y su novio, en inglés, empezó a recibir a la gente e interactuar. La dinámica consistía en que, si el público daba propina, ellos irían interactuando entre sí y subiendo el tono de la conversación. Primero comenzaron a quitarse la ropa, luego pasaron al sexo oral y finalmente al sexo explícito.

–Pensaba que iban a haber cincuenta personas o menos, pero fueron miles. Se llenó. Llegamos a la página principal, nos veían más de mil personas y estaba cohibida. Me dio una vergüenza atroz, estaba nerviosa y un poco en shock –reconoce.

Pero a medida que se sacaban la ropa, Catherine empezó a sentirse cómoda y descubrió algo que le sigue pasando al grabar pornografía: El actuar le complica, el tener sexo ante el público no, dice. Ella no tenía ningún problema con mostrar el cuerpo y se sentía cómoda haciendo eso.

No recuerda el monto exacto, pero dice que deben haber sido unos 100 dólares, aproximadamente, lo que ganaron durante la transmisión y más de mil personas las que los vieron tener relaciones sexuales. 

–Lo encontré entretenido, pero intimidante. Quería seguir haciéndolo, pero tenía que mejorar muchas cosas. La personalidad, estar más suelta en cámara, moverme, llevar la sala y dirigir la cosa –enumera.

Las siguientes semanas, continuaron transmitiendo como pareja, pero después de un par de sesiones, Catherine decidió seguir sola mientras su pareja la asistía con la logística. Ella continuó desnudándose ante la cámara e interactuando durante tres o cuatro horas con sus espectadores para recibir propinas. Cada vez se sentía más cómoda, y las ganancias seguían aumentando.

Sin embargo, a la larga, no le gustó Chaturbate y el tener que estar tantas horas actuando frente a una cámara. Entonces, decidió pasarse a OnlyFans, una plataforma donde podía controlar mejor el contenido y el tiempo. OnlyFans es una página web donde los usuarios pagan por acceder a contenido exclusivo, mayoritariamente sexual, a través de una suscripción. Así, la modelo creó su propia cuenta y eligió su nombre: Catherine Knight.

–Subí todas las fotos que tenía sin ropa en mi celular, tipo selfie en el espejo, y empecé a hacer caleta de plata. Era impresionante. Estaba en mi casa ganando lucas sin nisiquiera estar trabajando –dice.

Hasta entonces, Catherine no había visto pornografía, no conocía creadoras de contenido erótico y mucho menos a pornostar de la industria. Se encontró con un mundo desconocido que, mientras aumentaban su alcance e ingresos, más le interesaba. 

–Hasta que me empecé a obsesionar-, cuenta.

Desde ese momento, comenzó a estudiar a otras creadoras, buscó referentes en Estados Unidos, se unió a grupos de Telegram para generar redes, compartir clientes y aprender qué necesitaba para escalar. Movía sus clientes de OnlyFans a Instagram, de Instagram a Tik Tok y luego a Twitter. Se volvió una experta.

–Encontré gente que tenía muchas ideas feministas y políticas súper interesantes, que estaban haciendo porno ético, shibari o cosas súper sexuales, pero también artísticas y me encantó –revela. 

El problema, dice, era que en Chile no encontraba nada por el estilo y que cuando buscaba colaborar, la respuesta era la misma: “Ven a Berlín”, cuenta. La capital alemana era un destino que Catherine tenía en mente, pero ahora era aún más atractivo, aunque a su madre no le pareció el plan. 

–Le conté a mi mamá que estaba haciendo OnlyFans junto con que me iba a ir a vivir a Berlín, así que la respuesta que obtuve fue bastante dramática y dolorosa –señala Night.

No cuenta si lo conversó con su papá y hasta entonces sus hermanos no sabían. Dice que su mamá intentó hacerla entender que podía hacer con su vida algo mejor que desnudos, pero nada cambió su opinión, la pandemia le había hecho cuestionarse qué quería para su vida.

“Igual la vida que tenía ya no está, entonces puedo cambiar mi vida radicalmente”, recuerda que pensó. 

En septiembre de 2020 vendió todas sus cosas y, junto a uno de sus novios, se fue a vivir a Alemania.

Fotos: Cedidas por Catherine Knight.

Llegar a ser una pornostar

Catherine Knight llevaba un año viviendo en Europa cuando la contactaron por Twitter de JulModels Agency, una de las principales agencias de la industria del entretenimiento para adultos. El mensaje decía que la fundadora y directora de varios sitios de pornografía, Julia Grandi, la quería conocer. 

En ese entonces, Catherine se había convertido en una verdadera creadora de contenido erótico. Había invertido en cámaras y luces para producir material de alta calidad, y construido una red de personas con las que colaboraba e incluso viajaban para dedicar días a generar contenido. Publicaba en Fansly, Manyvid y OnlyFans, además de tener cuentas activas en Instagram, Tik Tok y Twitter. 

Cuando aceptó la reunión, desde la agencia le enviaron un pasaje a Budapest, un guión que debía memorizar y una dirección en la que se tenía que presentar. No sabía a lo que iba, pero tomó un avión con destino a la capital del porno y confió, recuerda. 

Catherine llegó al set con el guión aprendido. En la historia, su personaje encontraba a su novia seduciendo a alguien más y buscaban convencerla de tener relaciones sexuales, hasta que ella accedía. En el set se encontraba el equipo, las cámaras y los demás actores, cuando el director le indicó que debían improvisar. A la chilena le pareció terrible y recuerda que entre nervios y ansiedad pensó que no podría actuar, pero continuó. 

–Cuando me decían que solo tenía que tener sexo por una hora, yo pensaba: ‘Bacán, gracias. Perfecto.’ Eso lo puedo hacer. Pero tener que estar vestida y actuar, era como ‘por favor, no’ –define sobre su trabajo.

Aunque tenía experiencia grabando contenido erótico para OnlyFans, Catherine dice que es totalmente distinto y que en la arena profesional el nivel es otro. Según ella, el desgaste físico de una semana de grabaciones es muy alto y los actores porno son “unos verdaderos atletas”. 

–Una escena profesional es demasiado intensa. No hay forma de que te puedas preparar –asegura la pornostar.

La pornostar cuenta que por mucho contacto que haya en escena, es una industria de gente fría, sobre todo en Europa. Que al ser nueva nadie le explicó nada y se dio cuenta que tenía que aprender por su cuenta. Entonces, Catherine se volcó a estudiar y crear referentes, repasando sus movimientos y formas de hablar, para tratar de incorporarlo en sus personajes. Tras esa primera semana de experiencia siendo amateur, Catherine firmó con JulModels y la primera escena que filmó recibió una nominación a los premios a la mejor escena de sexo en los premios XBIZ Europe 2022. 

Esa chica es Catherine Knight

El sábado 21 de agosto de 2022, los personajes más influyentes de la escena de porno mundial se reunieron en el histórico edificio The Metropol en Berlín. Esa noche se celebraba la decimonovena versión de los premios XBIZ Europe, los galardones más prestigiosos de la industria en Europa, organizado por la revista de adultos Trade Magazine. Catherine Knight llegó a la alfombra roja con un vestido corto y rosado, no llevaba más de un año en la industria y había sido nominada en siete categorías. 

Knight sorprendió a la multitud al recoger los dos primeros premios de la noche: Mejor Escena Glamcore (“Friends With Benefits” de Private, con Erik Everhard) y Mejor Escena Lésbica (“Sirens” de Sex Art, con Jones). “¿Quién es esa chica?”, titulaba una nota en el sitio web de XBIZ, destacando que incluso con los mejores intérpretes de la industria presentes, Knight se robaba la atención. Tiempo después, fue nominada a los AVN Awards, un símil a los premios Óscar de la pornografía, como Artista Emergente Extranjera pero no ganó.

Desde que firmó con JulModels no ha parado de grabar con grandes productores y aunque aún le cuesta la parte de la actuación, disfruta las escenas de sexo. Dice que antes de grabar se prepara viendo escenas de sus actrices favoritas, como Emily Willis, y sobre los mitos de la industria cuenta que los actores porno sí sienten placer.

–Depende de la química que tenga con la otra persona o del día, pero todos los orgasmos que hay en mis escenas son reales –asegura la modelo y actriz porno.

Actualmente, divide su tiempo entre superproducciones y contenido propio. En un día de grabación con una productora puede ganar unos cuantos millones de pesos, pero a través de sus canales online, ya sea por suscriptores, venta de videos o prendas de ropa usada, puede triplicar esos números. Uno de los puntos claves, explica Catherine, es que hay que ser actriz y creadora de contenido, porque ahora la industria lo exige.

La rutina de una estrella porno profesional incluye también responsabilidades. Cada 14 días se testea de Infecciones de Transmisión Sexual, como protocolo para filmaciones. Utiliza supositorios de ácido bórico para cuidar el pH y proteger su salud. Entrena diariamente para tonificar el cuerpo y no solo por apariencia, sino que para resistir la intensidad de las grabaciones, señala. Además de cuidarse la piel, las manos y el pelo, para lucir bien ante las cámaras. 

–Desde que me levanto hasta que me acuesto, me tengo que estar cuidando y preparando para una escena –acepta.

Catherine tiene claro que le gusta la industria con un foco más artístico y de alta gama, y piensa que aún en los momentos más obscenos se puede ser elegante. También aboga por el porno ético, que busca buenas condiciones laborales donde no se denigre a las actrices, aunque siente que no es lo común. 

–Las personas piensan que el porno es una industria súper abusiva para las chicas y que seguramente si la actriz está ahí, lo hizo por trauma o seguramente porque no podía trabajar en nada más, pero no es así –cuenta sobre la industria donde trabaja. 

Catherine, antes de convertirse en una pornostar.

Dice que esta es una visión que se repite en los distintos países y que no encuentra que Chile esté más avanzado o atrasado en eso. Piensa que en el fondo, es desconocimiento de una industria y que es lo mismo que vivió su madre, que se resistió en un principio pero al ver el éxito y alcance de su hija, se amigó con la idea. Ahora está feliz y orgullosa de que le vaya bien, dice, aunque Catherine no logra sentirse cómoda al saber que su mamá mira sus videos.

–Me cuenta así como ‘oye, mis amigas te encontraron en internet’ e igual es raro. A veces le digo ‘hay un límite mamá, no necesito que me apoyes tanto’ –cuenta en la videollamada.

Por otra parte, nunca ha hablado de su trabajo con sus hermanos. El mayor, de 24 años, le comentó que sus amigos no le creían que ella era su hermana, y el menor, de 13, dice que no sabe a qué se dedica. Cuando habla por videollamada con su mamá y alguno de ellos se acerca, cambian rápidamente el tema. No sabe muy bien qué piensan, ni se ha planteado qué les diría si volviera a Chile, lo cual es su plan para este año. Desde que se fue por primera vez a Europa, no ha vuelto a pisar Chile, pero este año quiere visitar a su familia y tiene como objetivo conquistar al público chileno. Incluso, considera la posibilidad de unirse a un reality. 

–¿Por qué te interesa Chile si te está yendo tan bien afuera?

–Porque si tuviera 400.000 seguidores chilenos, me ganaría todos los premios de aquí.

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