20 años de “Wake Up”: la historia tras el himno de Arcade Fire que en un principio no fue bien acogido por sus fans

En 2004, Arcade Fire lanzó su álbum debut “Funeral”. Tal como sugiere su título, es un disco que medita sobre el duelo y reflexiona sobre la vida y la muerte, ya que varios miembros de la banda, incluidos Win y Will Butler y Régine Chassagne, perdieron a seres queridos durante esa época. Es en este álbum que la banda lanzó su mayor hit, que también es una representación clara de estos sentimientos: “Wake Up”.

“Wake Up” es una canción que perfectamente encapsuló el espíritu de rebeldía y optimismo herido al que se aferraban todos los que se oponían a George W. Bush y a la guerra de Irak. La canción trata sobre aceptar que la vida está llena de decepciones y sobre la pérdida de la inocencia juvenil. Sin embargo, la melodía alegre y el estribillo lleno de energía sugieren un contragolpe a la tristeza y un llamado a la acción.

La canción no fue bien recibida por los primeros fans de la banda. “La primera vez que tocamos ‘Wake Up’ perdimos a la mitad de nuestro público porque antes tocábamos música más acústica. Recuerdo literalmente ver a la gente salir corriendo de la sala mientras la tocábamos. Estaban horrorizados”, señaló Win Butler en 2018. “Muchos de nuestros primeros fans no vinieron a nuestros conciertos después de eso, porque de repente estábamos gritando a pleno pulmón y tocando guitarras eléctricas. Era como: ‘Todo el mundo aquí odia esto, eso significa que debemos estar yendo en la dirección correcta'”.

Un himno lleno de optimismo pese a la incertidumbre

“Wake Up” se destaca por su construcción musical lenta y poderosa, con guitarras y violines que van ganando intensidad. Es una canción sobre adaptarse a las adversidades y mantener el optimismo, una lección que Butler ha llevado consigo desde las primeras reacciones mixtas a la canción.

El estribillo agitado y sin palabras, marcado por una serie de “oooh oooh”, sigue siendo uno de los momentos más emocionantes y vigorizantes de la historia reciente del rock. Es el sonido de todo el dolor y la frustración que supuso la creación de “Funeral” desatado en un grito del tamaño de un tsunami, un testamento duradero del poder comunitario y el efecto catártico de cantar al unísono.

Pero “Wake Up” es algo más complejo que una simple cápsula del tiempo. En la canción, Butler mide el inevitable costo que la vida le pasará a él y a sus allegados, estos veinteañeros a punto de adentrarse en lo desconocido. “Algo llenó mi corazón de nada / Alguien me dijo que no llorara”, canta el líder Win Butler. Finalmente, cuando el lastre emocional amenaza con hundirlo todo, Butler saca la devastadora carga lírica: “Supongo que nos tendremos que adaptar”.

Aunque “Wake Up” no alcanzó grandes posiciones en las listas de Billboard, su impacto fue significativo. El álbum “Funeral” apareció en muchas listas de los mejores discos de 2004, y la banda se ganó la admiración de artistas influyentes como David Byrne y David Bowie. El éxito del álbum permitió a Arcade Fire actuar en grandes festivales como Coachella, estableciendo su estatus en la industria musical.

Veinte años después, “Wake Up” sigue siendo una pieza central del legado de Arcade Fire, no solo por su popularidad sino también por cómo encapsula el espíritu y la estética de la banda. Su energía y mensaje resuenan tanto con los seguidores antiguos como con los nuevos, demostrando la duradera relevancia y el impacto de esta emblemática canción.