Gente que se graba llorando: el origen de la moda cringe que invade Tiktok e Instagram

Una de las críticas más comunes a Instagram, y a las redes sociales en general, es que presentan una apariencia extremadamente cuidada de la vida de los usuarios. Entre fotos de viajes, de conciertos y de salidas con amigos, las personas suelen mostrar únicamente sus mejores momentos y no un verdadero reflejo de su vida cotidiana.

Ante esta falta de autenticidad y los problemas por la constante comparación, las generaciones más jóvenes empezaron a sincerarse sobre su salud mental y a mostrar algunos de sus peores y más vulnerables momentos en sus redes. Así es como los feeds de Instagram y TikTok se llenaron de fotos y videos de personas llorando.

Una de las pioneras de esta tendencia es Bella Hadid, que en 2021 compartió una serie de selfies con los ojos llorosos. “Este es más o menos mi día a día, todas las noches desde hace unos años. Las redes sociales no son reales.

@sopitadefresita #CapCut lo peor es q el contexto esta bien triste 😭 #fyp #blackpinkbestgg #tengosueño ♬ privet privet 2009 – min!!

Para cualquiera que esté luchando, por favor recuérdenlo“, escribió en el pie de foto. La supermodelo fue objeto tanto de memes como de elogios en todo Internet por hablar con tanta franqueza sobre su salud mental y publicar estas fotos. Pero claro, no faltaron las personas que consideraron que era un acto desesperado por llamar la atención.

Después de Hadid, miles de mujeres jóvenes comenzaron a compartir sus propias fotos. No es casualidad que la mayoría de ellas nacieron en la era digital, por lo que tienen más dificultades para separarse de las redes sociales y mantener privados ciertos aspectos de su vida. “Para los adultos, la participación en las redes sociales puede parecer opcional, ya que recuerdan una época en la que no existía Internet. No tanto así para los jóvenes, que sólo conocen Internet… Para ellos, las redes sociales alimentan impulsos primarios de supervivencia y afiliación”, explica el psicoterapeuta Noel Bell. En este sentido, la selfie llorando es un ejemplo de cómo la tecnología está cambiando el comportamiento humano.

Una nueva visión de comunidad

Los psicoterapeutas afirman que, aunque las personas que publican selfies llorando pueden sentir una mayor conexión con los demás al ser más abiertos y transparentes, también pueden ser víctimas de cyberbullying. Sea cual sea el resultado, la motivación para compartir los momentos más vulnerables con el mundo muestra cómo Internet está cambiando la visión de comunidad.

Las redes sociales permiten entablar amistades rápidamente, y que personas con ideas afines pueden encontrarse y crear vínculos, aunque sea solo dándole like a sus publicaciones. Cada vez más, la interacción en la vida real se sustituye por la comunicación cibernética. Pero al trasladar una mayor parte de nuestras vidas a Internet, corremos el riesgo de quedar físicamente más aislados en el mundo real.

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No cabe duda de que la estética hiper curada en las redes sociales no nos hacía ningún bien. También está claro que las publicaciones sinceras sobre el tema pueden seguir desestigmatizando los problemas de salud mental. Pero la paradoja es la siguiente: empezamos a publicar selfies llorando en las redes sociales porque nos sentimos solos, y sin embargo son las propias redes sociales las que a menudo exacerban nuestros sentimientos de soledad.

Al final del día, la única antítesis real a una existencia en línea curada son las interacciones en persona. Y la raíz misma de nuestros crecientes problemas de salud mental no puede ofrecer también una solución.

@noseqsubirr hola #CapCut #niñallorando #tablet ♬ sonido original – hola🤍

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