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Política

7 de Junio de 2024

Maite Orsini (RD): “La disposición de la oposición a dialogar y a generar acuerdos es nula. Ninguna circunstancia los va a hacer cambiar”

Maite Orsini La diputada Maite Orsini (RD).

La diputada de Revolución Democrática (RD) asegura que con los debates abiertos o no sobre la eutanasia o el aborto, el comportamiento de la derecha con la reforma de pensiones y tributaria mantendría su "reticencia". Asimismo, asegura que este año era la "última oportunidad" del Gobierno para hacer un anuncio respecto a la interrupción voluntaria del embarazo.

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Si no lo anunciaban ahora, no lo iban a anunciar nunca“. Eso es lo que dice la diputada Maite Orsini (RD) en relación a la discusión de aborto libre que reabrió el Presidente Gabriel Boric en su tercera Cuenta Pública el sábado pasado.

Y es que para la parlamentaria este era el año en el que podía levantarse el debate, dado que el próximo año, con las presidenciales cerca, sería más “complicado“.

Sobre esa agenda —denominada valórica, en la que se suma la eutanasia, también propuesta por Boric— señala que espera que algunos sectores de la derecha, particularmente los que se denominan liberales, apoyen las iniciativas. Eso sí, reconoce la “reticencia” del sector en avanzar en esa y otras ideas legislativas, entre las que se incluyen las centrales para el Gobierno.

En esta entrevista además del aborto, Orsini conversa sobre el momento de los anuncios hechos por el Mandatario, el panorama que le espera a la eutanasia, y además ahonda sobre el proyecto de ley de violencia digital que lidera, del cual busca establecer y definir penas para quienes realicen acoso mediante redes sociales.

—¿Considera que el momento político era el oportuno para abrir la discusión sobre el aborto legal?

—Más que oportuno o no oportuno, creo que era la última oportunidad para hacer este anuncio. El programa de gobierno del Presidente Gabriel Boric tenía como una de las propuesta centrales el presentar un proyecto de aborto legal. Hay que recordar que desde el Frente Amplio, desde el periodo pasado, presentamos un proyecto que despenalizaba el aborto, que se perdió en la Cámara de Diputados, pero al no tener las facultades de presentar un proyecto para legalizar el aborto, hicimos un compromiso de gobierno como Frente Amplio de presentar este proyecto de ley. 

Esta es la tercera cuenta pública. En las dos anteriores no se anunció, generando bastante frustración por parte de las organizaciones feministas y de las militantes feministas que hemos trabajado por el Gobierno del Presidente. La oportunidad que venía quedando para anunciarlo era esta, porque ya en la próxima Cuenta Pública no dan los tiempos y, ad portas de una elección presidencial, podría ser más complicado. La verdad es que veo con muy buenos ojos que se haya elegido este momento para decidir anunciar la promulgación de ese proyecto de ley.

—En el Gobierno de Sebastián Piñera, la urgencia al matrimonio igualitario se presentó en la última Cuenta Pública, cuando iba de salida. ¿Por qué no replicar, por ejemplo, ese caso?

—Primero, el matrimonio igualitario genera bastante menos división que el proyecto de aborto legal. Era un proyecto de fácil tramitación. El proyecto de matrimonio igualitario no generó el debate que yo creo que va a generar aborto. Entonces, alcanzaba a salir. Si el Presidente Gabriel Boric dice que en la Cuenta Pública de junio, a 4 meses de la elección presidencial, no alcanza a tramitar el proyecto aborto. No dan los tiempos. Si no lo anunciaban ahora, no iba a salir nunca.

—El motivo de la pregunta radicaba en que se hiciera el anuncio considerando que está pendiente la discusión de dos reformas que son pilares del programa de gobierno: la de pensiones y la tributaria, en donde la oposición ha sido reticente en prosperar.

—La oposición ha estado reticente a esos temas y va a seguir reticente a esos temas. Recordemos que hace un año y medio la oposición dijo: ‘Bueno, si el ministro Giorgio Jackson sale, nosotros podemos hablar de pensiones’. Y salió el ministro Jackson y no se sentaron a hablar de pensiones. Entonces, creo que es medio fantasioso creer que otras condiciones distintas a las reformas estructurales los van a ser a hacer más o menos sensibles a aprobar esas reformas. Yo tiendo ya a no creer en esas amenazas. Creo que buscan excusas para justificar que en realidad quieren defender el negocio de las AFP y no quieren subirle las pensiones a los adultos mayores. Pero, lo cierto es que su posición no va a cambiar pase lo que pase.

—Respecto al mismo aborto, se ha sabido que no muchos estaban al tanto dentro del Gobierno y en el oficialismo. ¿Qué le parece que un anuncio de ese calibre en la Cuenta Pública se haya guardado bajo llave y que, por ejemplo, las colectividades que integran el Gobierno no estén al tanto de lo que se va anunciar? 

—Nadie estaba al tanto de ninguno de los anuncios que se iban a hacer en la Cuenta Pública. Nosotras, las diputadas feministas que hemos empujado legislaciones en materia de derechos sexuales y reproductivos, no estábamos informadas, pero cada Cuenta Pública teníamos la expectativa de que se fuera anunciar esta promesa que estaba en el programa de nuestro gobierno. Y la verdad es que yo creo que el Presidente tiene la libertad y el derecho de resguardar los anuncios para evitar especulaciones. Presiones también por parte de ciertos sectores. Y yo no veo con preocupación que no se haya avisado a las organizaciones que se iba a presentar este proyecto porque bien digo que estaba en nuestro programa de gobierno, era un compromiso con el que teníamos que cumplir. Que nadie diga que se sorprendió o no me lo esperaba, si era el corazón de nuestro programa de gobierno en materia de derechos sexuales y reproductivos.

—Pero se levanta la duda sobre si está la confianza en el sector de comentar ciertas cosas y tener la certeza de que estas no se van a filtrar. ¿Considera que es una temática que está dentro de discusiones particulares en el Gobierno?

—Sí, sin duda. El tema de las filtraciones es un asunto complejo en todos los espacios humanos. En el Congreso también sucede que constantemente que conversaciones privadas sean filtradas. Quiero recordar casos en comisiones secretas en la Cámara que se han grabado con la embajadora de Estados Unidos. Hubo una grabación una vez en Cerro Castillo. Me parece que no es infundado el miedo a la filtración que pudiesen tener desde el Gobierno porque efectivamente hay una praxis de filtrar conversaciones privadas tanto desde La Moneda como en el Parlamento, y yo comprendo la necesidad de resguardar algunas cosas y ser más conservador a la hora de tener esas conversaciones porque creo que era importante que el anuncio lo diera el Presidente y no lo diera un diputado o un medio de comunicación. Era un anuncio que tenía que hacer el Presidente.

—Sobre el realismo de la propuesta, ¿qué destino cree que va a tener esta una vez que sea presentada en diciembre?

—Muy tristemente espero algo que es muy básico: que no se nieguen al debate. Con eso me conformo. A mí me preocupa que otros parlamentarios hombres de derecha hayan decidido pararse de la Cuenta Pública porque no les gustó que el Presidente abriera un debate democrático. Porque el Presidente no instauró el aborto legal por un decreto, habilitándolo en los debates de salud del país. El Presidente decidió abrir un debate democrático en el Parlamento, y serán los ciudadanos y ciudadanas, mediante sus representantes populares quienes finalmente decidirán si queremos avanzar hacia una normativa de aborto legal o no. Y cerrarse a priori a debatir y decir ‘no, este un tema del que nosotros no hablamos’, me parece tremendamente antidemocrático. Por ahora, antes de que se presente el proyecto de ley, mi esfuerzo va a estar en convencer a mis colegas de no cerrarle la puerta al debate. Ojalá podamos dar un debate con argumento, con altura de miras, y que ese debate espero, después hacia el futuro, sea enriquecedor y nos permita avanzar como se ha hecho en otros países de la región, con votos de diputadas de derecha, inclusive. 

Orsini y eutanasia: “No hay excusas para una persona que se hace llamar liberal vote en contra”

—En sondeos de opinión hay mayor respaldo con la eutanasia. ¿Será una discusión más sencilla de destrabar en el Congreso, o la ve con un destino igual de complejo que el aborto?

—Llevamos 20 años en el Congreso discutiendo distintas leyes de eutanasia. En el 2004 se presentó el primer proyecto. De ahí hasta ahora se han presentado varios más. Algunos han quedado archivados porque no han logrado avanzar. Otros han avanzado, como el del diputado Vlado Mirosevic. Sin embargo, recién en este periodo pudimos dar esa discusión en la Cámara y se aprobó el proyecto y pasó al Senado, donde quedó estancado. Entonces uno podría decir, y desde mis convicciones podría decir, es tremendamente sencillo. El derecho a la vida recae en cada una de las personas que lo ejerce. Una muerte digna es una condición de humanidad. ¿Cómo le vamos a impedir a una persona que tiene una enfermedad terminal, que está teniendo dolores intratables, tener una muerte digna?

Parece de todo el sentido común, pero si fuera así, no estaríamos 20 años discutiendo en el Congreso. Tiendo a pensar que es sencillo avanzar en un proyecto de estas características, porque es de todo el sentido común, pero lamentablemente la experiencia no me acompaña y me hace dudar de qué tan fácil sea la discusión. El Presidente alguna vez le puso discusión inmediata y el Senado no respetó la urgencia y no la tramitó. Puede haber mucha voluntad del Presidente de avanzar ese proyecto, pero si no se cuenta con la voluntad de los senadores, el proyecto no va avanzar.

—Considerando que el oficialismo estuviese de acuerdo en aprobar la eutanasia y que el éxito de la misma quedase en manos de la oposición, ¿esperaría de un grupo en particular en la derecha el respaldo a la eutanasia, de acuerdo a los valores de cada partido?

—Uno esperaría que partidos que se han mostrado, al menos, en instancias de campaña, que en sus declaraciones de principios se reconocen liberales, que pusieran por delante las libertades individuales de las personas, sobre todo en este caso en particular de la eutanasia que la libertad de terminar con la vida no afecta a ninguna otra persona ni proyecto de persona como pasa en el aborto (que es donde se traba la discusión sobre hasta dónde llegan las libertades de una persona). La libertad individual en la eutanasia sólo afecta a la persona que la ejerce.

No hay excusas para una persona que se hace llamar liberal vote en contra de un proyecto de ley que entrega libertades individuales para decidir sobre una muerte digna y humana. Espero que ciertos sectores de la derecha apoyen esta iniciativa y también aquellos sectores de la derecha o centroderecha que son buenos para mirar las encuestas a la hora de ejercer la legislatura, sería bueno también que miraran las encuestas que hablan de la inmensa mayoría de Chile cree que es importante avanzar en una ley en este sentido. 

—¿Tiene alguna idea de por qué se impulsó la agenda valórica del Gobierno ahora y no antes?

—Los procesos constitucionales lo explican. Mientras estaban vigentes los dos procesos constituyentes, entendíamos que ese tipo de discusiones estaban dándose en esos espacios. Yo recuerdo el día que en el primer proceso constituyente se aprobó incorporar en la propuesta de Constitución el derecho al aborto, la muchísima emoción que sentimos las feministas que venimos empujando esta legislación, porque sentimos que estábamos muy cerca de poder lograrlo. Y creo que no era pertinente que mientras esas discusiones se estaban dando en el proceso constituyente se dieran también en paralelo en el Congreso.

Además, en el principio del Gobierno todavía teníamos expectativas de poder generar un diálogo más constructivo con la oposición y efectivamente tensionar las relaciones con este tipo de proyectos podía ser perjudicial para avanzar en la agenda de pensiones y en la tributaria. Ya después, en este tercer año de Gobierno nos hemos dado cuenta de que la disposición de la oposición a dialogar y a generar acuerdos en esos ámbitos es nula, y, en mi opinión, ninguna circunstancia externa los va a hacer cambiar. Hoy, cuando no se está dando el debate en otras instituciones, cuando ya sabemos la disposición de la derecha y de la oposición en general a poder avanzar en las reformas transformadoras es nula, y cuando el tiempo apremia, porque queda poco tiempo de Gobierno para poder cumplir las promesas, este era el momento apropiado.

—Usted lidera la agenda de violencia digital presentando un proyecto de ley en esa área. ¿Qué la motiva?

—Presenté un proyecto de ley que se llamaba Ley Pack en mi primer año de parlamentaria. Me di cuenta, cuando hacía la legislación, que ésta solamente sancionaba la conducta de grabar una actividad sexual o de connotación sexual sin el consentimiento de la otra persona y luego difundirla. O sea, por ejemplo, yo pongo una cámara escondida en mi pieza, hago una grabación de un encuentro sexual, y luego la difundo. Eso tenía una sanción, pero cuando había consentimiento para grabar, pero no para difundir, eso no tenía sanción.

Lamentablemente entre jóvenes NNA la práctica de enviar material íntimo con la expectativa de sólo ser visto por la persona a la que se le envía, y que luego esa persona transgreda esa confianza y difundiese esas imágenes era una práctica muy  frecuente que generaba situaciones, a veces catastróficas en la vida de las personas. Tuvo buen recibimiento en el Congreso, pasó rápidamente al Senado. Sin embargo, se comunicaron conmigo distintas organizaciones de la sociedad civil y me dijeron que ‘esta ley es muy buena, pero se queda corta’, porque hay otras formas de violencia digital que tampoco están tipificadas en nuestra legislación y que también generan efectos catastróficos en la vida de las personas así que nos sentamos, hicimos una mesa de trabajo y presentamos un proyecto de ley.

Abandonamos la idea de empujar el primer proyecto y en el año 2020 presenté un proyecto de ley de violencia general integral que trae más tipos penales. Por ejemplo, está la difusión no consentida de imágenes, pero también tipifica otras conductas como el hostigamiento digital, el acoso digital, que son casos como el de la influencer Miau Astral, sería un caso de acoso digital que hoy no está tipificado en nuestra legislación. Nosotros en este proyecto creamos el delito de  hostigamiento que puede ser tanto de manera digital como de manera física.

También otro tipo penal es la difusión de datos personales para facilitar el hostigamiento. Lamentablemente ocurre bastante: tú pones la foto de una persona y dices ‘esta persona vive en tal lugar, trabaja en tal lugar, sus hermanos son tales personas, pucha ojalá no les pase nada”. Eso también lo establecimos como un tipo penal. Y por último, la usurpación de la identidad digital. También hay personas que se hacen perfiles de ciertas personas para dañar su honra, difamarlas, y suben ahí contenidos que no son de ellas o a veces contratan a personas…

Ya han pasado más de tres años de tramitación en la Cámara y, lamentablemente, a pesar de nuestra buena voluntad y del Ejecutivo que le ha puesto urgencia a este proyecto, lamentablemente no ha existido voluntad por parte del presidente de la comisión de Seguridad, Andrés Longton (RN) de ponerlo en tabla y lleva mucho tiempo esperando ser votada una indicación sustitutiva que es de consenso entre los diputados. La trabajamos durante meses en una mesa de trabajo y ya cuenta con el respaldo de la mayoría de los diputados de la comisión de Seguridad.

—Es complejo legislar cuando se trata de menores de edad, que es donde usted menciona que ocurren este tipo de delitos. ¿Qué respuesta hay en esos casos?

—La ley de responsabilidad penal adolescente establece sanciones especiales para los niños entre 14 y 18 años. Sin embargo, para los menores de 14 años son inimputables y por supuesto que no puede haber un reproche penal de sus conductas, ni yo creo que tampoco haya que hacer algún tipo de reproche penal a ellos. Pero, esta ley sí afecta a los mayores de 14 y menores a 18 a través de la ley de responsabilidad penal adolescente. No con las mismas sanciones que se establecen entre los adultos, pero sí tienen sanciones penales para ello.

—Y en el caso de los niños del Saint George, ¿en qué categoría entrarían?

—Pasa que como son niños, eso es pornografía infantil. Así se llama el delito. No me gusta llamarlo así, porque la pornografía requiere de voluntariedad, pero así se llama el delito. Pero es material de explotación sexual comercial de NNA. Y eso sí está tipificado, porque el delito de pornografía infantil dice que las acciones sean reales o simuladas. Está incorporado en nuestra legislación el difundir imágenes simuladas de NNA de connotación sexual, eso ya tiene una sanción penal, sin embargo si se tratara de un adulto, no tendría una respuesta penal y este proyecto de ley si viene a proteger ese tipo de cosas.

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