Prevencionista de riesgo se cambió de un edificio con socavón para encontrarse con otro igual: “Ahora sí que nunca más regreso al barrio”

Christian, un prevencionista de riesgo, fue uno de los afectados por el primer socavón que se produjo en el área de Concón, el miércoles 23 de agosto del 2023. En esa época, el joven habitaba en un edificio cercano al Kandinsky, que fue el directamente perjudicado.

En un inicio señaló que “nos dio susto igual y pensamos que si ese edificio se caía, el de nosotros era el siguiente”. Y aunque él y su familia evacuaron, según relató a Las Últimas Noticias, después regresaron al departamento que arrendaban hace un año.

Dos semanas después, otro socavón se produjo en el área, esta vez frente al edificio Miramar, ubicado al lado del Kandinsky, que también fue evacuado.

“Ahí sí que nos dimos cuenta de que había que irse”, dijo Christian, pese a que el dueño del inmueble les suplicó para que se quedaran. Pero esta vez la decisión se basó en que la “seguridad es lo primero”.

Mismo problema

Así que, ahora, se cambiaron a otro edificio, en el mismo sector, pero con el pasar del tiempo, con el mismo problema. “Nos gusta el barrio, es seguro y tiene vista al mar. Así que elegimos otro edificio del mismo sector, pero lejos de los socavones”, dijo. Terminó arrendando uno de dos habitaciones a 800 metros al sur del primero, llamado Euromarina 2.

Pese a que este le otorgaba seguridad, este domingo, con una nueva lluvia, un nuevo socavón se produjo. Esta vez no a un edificio cercano, sino que al mismo que habitaba.

“Igual que la otra vez me dijeron que la lluvia había provocado un socavón al pie del edificio y que me estaban avisando si queríamos evacuar el departamento o no. O sea, esta vez no era obligatorio”, indicó. “Pero, a diferencia del primer socavón, este sí que afectaba a nuestro edificio de forma directa, así que nos fuimos igual. Ahora sí que nunca más regreso al barrio”, sentenció.

El problema: los colectores de aguas lluvias

Según Álvaro Peña, académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción de la Universidad Católica de Valparaíso, la causa de estos socavones son los colectores de aguas lluvias. Estos han sido insuficientes para la cantidad de edificios que hay en la zona.

“Estos colectores se hicieron cuando había unos pocos edificios, pero ahora está repleto” señala. “Antes, cuando llovía, el agua caía mayoritariamente a la duna y el agua se infiltraba en el cerro. Ahora, toda el agua que cae en el cerro, cae en pavimento, así que no infiltra el cerro, y es conducida por las calles a los colectores”.

Agregó que a eso hay que sumarle la “fuerte pendiente, que hace que el agua viaje con mucha intensidad, aumentando las posibilidades de que se rompa el colector, y a la cantidad de lluvia que está cayendo, que no se veía desde hace 15 años”.

La solución, según Peña, pasa por revisar los planos y reemplazar los colectores que “no dan el ancho”.