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18 de Junio de 2024

El mito de que el consumo moderado de alcohol no es perjudicial: expertos alertan problemas de salud entre ellos un ignorado factor cancerígeno

Mujer tomando una copa de vino de diferentes viñas

A pesar de su arraigada presencia en la cultura y la socialización, el alcohol presenta riesgos significativos para la salud incluso en cantidades moderadas. La Organización Mundial de la Salud advierte que no existe un nivel seguro de consumo, y estudios recientes muestran que el alcohol puede causar varios tipos de cáncer, afectando gravemente a la salud pública.

Por Catalina Reid

La influencia cultural del alcohol es tan poderosa y su simbolismo como fuente de placer está tan arraigado que muchas personas no se imaginan socializar sin una copa en la mano. Desde el inicio de relaciones amorosas hasta acuerdos diplomáticos, el alcohol juega un papel crucial en la relajación colectiva y la creación de lazos afectivos. Sin embargo, este papel cultural complica la comprensión de sus riesgos para la salud.

Los daños asociados al consumo de alcohol están bien documentados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que no existe una cantidad segura de alcohol que no afecte a la salud. El alcohol, una sustancia tóxica y adictiva, es carcinógeno del grupo 1, lo que significa que su consumo puede causar cáncer, independientemente de la cantidad o calidad de la bebida. Al menos siete tipos de cáncer están relacionados con el alcohol, incluyendo el cáncer de intestino y de mama.

Recientes datos indican que la mitad de los cánceres atribuibles al alcohol en Europa están causados por un consumo “ligero” y “moderado”. Esto demuestra que incluso niveles bajos de consumo pueden ser peligrosos. La OMS aclara que no hay pruebas de un umbral seguro a partir del cual los efectos nocivos del alcohol se activen, y que cualquier consumo, por mínimo que sea, conlleva riesgos para la salud.

Botellas etiquetadas como los cigarrillos

A pesar de estos hallazgos, la percepción pública sigue subestimando los peligros del alcohol. El año pasado, Irlanda se convirtió en el primer país del mundo en exigir etiquetas de advertencia sanitaria exhaustivas en los productos alcohólicos, y el segundo en imponer etiquetas de advertencia sobre el cáncer. El único otro país que tiene etiquetas de advertencia obligatorias sobre el cáncer en el alcohol es Corea del Sur. Los productos alcohólicos que se venden en Corea del Sur deben llevar una de tres etiquetas de advertencia, dos de las cuales advierten de la relación entre el consumo excesivo de alcohol y el cáncer. Las etiquetas irlandesas van a ir un paso más allá, vinculando cualquier nivel de consumo de alcohol con el cáncer.

Y en Canadá, el gobierno ha revisado sus directrices sobre el alcohol, anunciando que: “Ahora sabemos que incluso una pequeña cantidad de alcohol puede ser perjudicial para la salud”. Las directrices caracterizan de una a dos bebidas a la semana como de “bajo riesgo” y de tres a seis bebidas como de “riesgo moderado”. Anteriormente, las directrices sugerían que las mujeres se limitaran a no más de dos bebidas por días, y que los hombres situaran ese límite en tres.

El alcohol aumenta el riesgo de mortalidad

Expertos como Tim Stockwell, que anteriormente creía en los beneficios del consumo moderado, han cambiado su postura a la luz de nuevas investigaciones. Stockwell señala que incluso un consumo aparentemente bajo incrementa el riesgo de mortalidad. El investigador estudió la relación entre el consumo de alcohol y el tiempo de vida que se pierde por cada copa. Para los que toman dos copas a la semana, esa elección equivale a menos de una semana de vida perdida, dijo a The New York Times. Consumir siete bebidas alcohólicas a la semana aumenta esa cantidad a unos dos meses y medio. Los que consumen cinco bebidas al día o más corren el riesgo de perder, de media, más de dos años, dijo Stockwell. Aún así, subrayó que todas esas cifras eran promedios y que era imposible predecir el nivel de impacto que experimentaría una persona individual.

“No podemos hablar de un supuesto nivel seguro de consumo de alcohol. No importa cuánto se beba: el riesgo para la salud del bebedor comienza desde la primera gota de cualquier bebida alcohólica. Lo único que podemos afirmar con seguridad es que cuanto más se bebe, más perjudicial es, o, en otras palabras, cuanto menos se bebe, más seguro es“, explica la Dra. Carina Ferreira-Borges, jefa en funciones de la Unidad de Gestión de Enfermedades No Transmisibles y asesora regional sobre alcohol y drogas ilícitas de la Oficina Regional de la OMS para Europa.

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#alcohol#Cáncer

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