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Opinión

23 de Junio de 2024

Columna de Marco Moreno: Vitacura y la pobreza (de gestión)

Foto: AgenciaUno

En su columna de hoy, Marco Moreno hace un análisis de la situación municipal de la comuna de Vitacura haciendo un símil con otros municipios de la Región Metropolitana. "A pesar de los recursos y las condiciones favorables, la gestión municipal se ha reducido a una mera administración, dejando de lado aspectos cruciales del desarrollo comunitario y la innovación en políticas públicas locales", escribe. Y añade: "La administración actual debe reconocer esta falencia y adoptar un enfoque más proactivo y visionario".

Por Marco Moreno

A poco más de 120 días de las elecciones municipales y cuando aún no se termina de cerrar el elenco definitivo de candidatos/as que competirá en octubre las preguntas acerca del perfil de quienes aspiran a resolver los crecientes y diversos problemas presentes en nuestros territorios locales vuelve a estar sobre la mesa.

Es frecuente pensar en el tipo de liderazgo y capacidades de gestión que se requiere para dirigir un municipio a partir de la heterogeneidad de problemas que estos enfrentan. Estos perfiles parecen generar consenso. Sin embargo, pocas veces nos preguntamos por el tipo de liderazgo requerido para gestionar un municipio con recursos abundantes, de uno con problemas significativos de pobreza y falta de recursos. 

Vitacura es un ejemplo de lo anterior. Esta comuna se ha ganado un lugar destacado en el imaginario colectivo del país por su alta calidad de vida y la ausencia de problemas sociales y de pobreza significativos. Sin embargo, esta realidad que parece idílica esconde una paradoja en su gestión local. A pesar de los recursos y las condiciones favorables, la gestión municipal se ha reducido a una mera administración, dejando de lado aspectos cruciales del desarrollo comunitario y la innovación en políticas públicas locales.

Ciertamente cumplir con su deber como funcionaria publica al denunciar los actos de corrupción con los que se encontró al iniciar su gestión corriendo el tupido velo de la corrupción de la administración Torrealba, le significó un alto apoyo y legitimidad. No obstante, su gestión después de esa toma de posición en el balance ha sido más bien pobre. Lo anterior teniendo una dotación de recursos y problemas de distinto tipo en comparación a las tremendas dificultades con las que deben lidiar sus colegas sin los medios materiales y simbólicos que se disponen en Vitacura.

La administración de Vitacura ha sido efectiva en mantener la infraestructura y los servicios básicos en condiciones razonables. La mayor parte de las calles (hay lugares rezagados) están bien mantenidas, los parques y espacios públicos son agradables y seguros, y los servicios de salud y educación están bien considerados. No obstante, estas acciones, aunque necesarias, no son suficientes para una comuna con las características y potencial de Vitacura.

Podríamos decir que esto es solo el piso, pero en ningún caso el techo de una gestión local que debiera avanzar más allá del “desde” en enfrentar los desafíos de la gestión local en condiciones favorables respecto de la gran mayoría de las comunas del país. Tal parece que la falta de problemas urgentes y visibles ha llevado a una complacencia administrativa que descuida el desarrollo estratégico y la innovación de la gestión local. 

Solo un par de ejemplos: el estado del paisajismo, áreas verdes, estado de ciclovías y paseo peatonal sobre el eje de la AVO está notoriamente más descuidado en el sector de Vitacura que en el de Las Condes. Avanzar en el prototipado del soterramiento de cables en la comuna es otro ejemplo en lo que se está totalmente al debe.

Esto contrasta con la facilidad para el desarrollo de proyectos inmobiliarios que por lo que se ve nunca parecen considerar debidamente las exigencias del soterramiento de cables. Mencionemos, por último, el deterioro del pavimiento de Américo Vespucio en la intersección con Vitacura. Se argumentarán la falta de atribuciones o de marcos legales que impiden avanzar en soluciones. La respuesta es que para eso existe la gestión política, la gestión “hacia arriba” que se echa en falta en la actual gestión edilicia. 

Foto: AgenciaUno

Una gestión efectiva no se limita a la administración de recursos y la resolución de problemas inmediatos, sino que implica una visión a largo plazo y la capacidad de anticiparse a futuras necesidades y desafíos. En este sentido, la actual administración ha mostrado una preocupante falta de proactividad.

Vitacura tiene el potencial para ser un laboratorio de políticas públicas locales innovadoras, un referente de sostenibilidad, tecnología y participación ciudadana. Sin embargo, la alcaldesa ha optado por una administración conservadora y rutinaria, sin asumir riesgos ni impulsar cambios significativos. 

El desarrollo comunitario es otro aspecto al debe. En una comuna donde la cohesión social podría ser un ejemplo para otras localidades, las iniciativas para fomentar la participación ciudadana, la cultura y el deporte son poco ambiciosas y que nuevamente solo son “el desde”.

La gestión actual parece conformarse con mantener el statu quo, en lugar de promover un sentido de comunidad más fuerte y activo. Las oportunidades para involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones y en proyectos comunitarios innovadores son vastas, pero están siendo desaprovechadas fortaleciendo el individualismo que predomina en los habitantes de la comuna.

Otro punto crítico es la falta de una política ambiental robusta. Vitacura, con su perfil socioeconómico y geográfico, está en una posición privilegiada para liderar en sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. No obstante, las iniciativas en esta área han sido mínimas. Mientras otras comunas avanzan en políticas de reciclaje, eficiencia energética y movilidad sostenible, Vitacura parece estar rezagada, manteniendo prácticas que no están a la altura de los desafíos ambientales actuales y donde parece imponerse el más de lo mismo. 

La gestión de la alcaldesa también ha mostrado deficiencias en la integración tecnológica. En una era donde la tecnología puede transformar la administración pública y mejorar significativamente la calidad de vida de los ciudadanos, Vitacura sigue operando con procesos burocráticos tradicionales.

La digitalización de servicios, la implementación de sistemas inteligentes de gestión urbana y el uso de datos para la toma de decisiones son áreas donde la comuna podría destacar, pero que actualmente no se están desarrollando con la intensidad y creatividad necesarias.

No es que no se haga nada. Lo que ocurre es que lo que hay está muy por debajo de lo que se espera de una comuna que debiese liderar los desafíos que se plantean en este ámbito. Los criterios y parámetros de evaluación deben ser más altos cuando se administra la abundancia que la escasez. 

La administración de Vitacura bajo la actual alcaldesa ha demostrado ser efectiva en la mantención, pero deficiente en la gestión innovadora y proactiva. A pesar de contar con los mejores indicadores socioeconómicos de Chile, la gestión municipal muestra una pobreza preocupante en términos de innovación y liderazgo.

La administración actual debe reconocer esta falencia y adoptar un enfoque más proactivo y visionario. Solo así Vitacura podrá convertirse en un verdadero referente, no solo por sus condiciones socioeconómicas, sino también por su capacidad de liderazgo e innovación en la gestión pública local. 

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